La Tierra gira alrededor del Sol y dura 365 días, 5 horas y 48 minutos en darle una vuelta completa. Como consecuencia de la revolución y de la inclinación del eje terrestre se producen, en las zonas templadas, cuatro estaciones bien definidas: verano, invierno, primavera y otoño.
Las estaciones se oponen en los hemisferios norte y sur; así, cuando es verano en el hemisferio norte, es invierno en el hemisferio sur. En invierno, la superficie terrestre recibe los rayos solares inclinados y las temperaturas son bajas. En primavera, los rayos llegan cada vez más perpendicularmente, y por eso cada día hace más calor. En verano, los rayos llegan casi perpendicularmente y las temperaturas son altas. En otoño, los rayos llegan cada vez más inclinados y cada día hace más frío.
Cada estación empieza con un equinoccio o un solsticio. En los equinoccios, la duración del día y de la noche es la misma. En los solsticios, la duración del día en un hemisferio y de la noche en el otro es máxima.